la Isla de los Ex

El título de esta entrada sin dudas no lo creé yo. Es una frase que seguramente dijiste o escuchaste decir a una amiga engañada y/o resentida luego de una ruptura amorosa. La famosa "Isla de los Ex" lamentablemente no existe aunque debería, por ahí, cerquita de la de Lost para mandar a todos los(y las, por supuesto, chicas no sean egoístas!) ex parejas/huesitos/ilusionadorxs/etc y no volver a verlos jamás. Nunca se sabe, tal vez allá se armarían un grupo de autoayuda y hasta se curarían, o se maltratarían e histeriquearían entre ellos mismos, seguro que les gustaría porque terminarían sin concretar nada, como siempre.
Lamento pincharte el globo y bajarte a la realidad pero tengo que seguir con el post. Mi mamá una vez me dijo que todo lo que te molesta de las personas es porque vos haces lo mismo que ellas, tenés(o tuviste) los mismos defectos y cometés(o cometiste) los mismos errores, aunque sea en una ínfima medida, y la verdad que lo pensé y tiene razón en el 99.9% de los casos. Y ahí está el problemita, es cuestión de hacer un mea culpa profundo. No siempre fuimos almas puras que irradian amor, ¿o no? Nos hemos equivocado, nos hemos equivocado mucho, nos hemos equivocado feo, hemos histeriqueado, nos hemos comportado como pendejos, no nos hemos hecho cargo ni nos hemos arriesgado y así puedo seguir hasta pasado mañana. ¿Les suena? Ah... ya me parecía. De acuerdo, hay muchas personas que nacieron para hacerle daño a otras durante toda su vida, pero también estamos los del otro grupo, los que por ingenuidad no supimos manejar ciertas situaciones en el pasado pero que aprendimos con el tiempo y no es justo que se nos crucifique por siempre. Así que si todo el mundo pudiera votar para enviar gente a la Isla de los Ex creo que tarde o temprano terminaríamos todos ahí porque, así como podemos ser un amor con algunas personas, también podemos ser la peor basura con el que se lo merezca, y siempre hay alguien a quien le rompimos(queriendo o no) el corazón.
Así que habría que ir pensando en una alternativa para tratar de librarnos de los resultados de las malas relaciones o aprender a convivir con ello de una vez por todas...

Diario de un Soltero No-Conformista

Hace un tiempo mi mamá me contó una fábula(ya sé que la estoy citando mucho últimamente a mi vieja, esto me preocupa un poco): "Un hombre que era pobre le rezaba todas las noches a Dios para que ganara la lotería y fuera rico. Años más tarde muere, aún pobre y en el cielo le reclama a Dios. Él le pregunta si alguna vez había jugado a la lotería para ganar y el hombre le respondió que no". Sabias palabras, no hace falta aclarar la moraleja. Ahora vamos al paralelismo con mi realidad: encerrado en mi casa nunca voy a conseguir un novio. Y menos si me someto a torturas como ver el principio de Closer un sábado por la noche. Ver una foto de Jude Law un lunes a las 3PM en la oficina no me afecta, pero verlo caminando por la calle en cámara lenta con Damien Rice musicalizando la escena un sábado a la noche es demasiado para mí. Dudo que me venga a golpear la puerta Jude Law... A lo sumo me tocará el timbre un testigo de Jehová, pero ¿cuántas posibilidades hay de que me enamore de él? Y ¿cuántas probabilidades hay de que el testigo de Jehová, que viene a hablarme de la biblia y del "abominable matrimonio gay" tenga una epifanía y se enamore de mí? Sin lugar a dudas, muy pocas aunque seguro ampliamente muchas más que las de Jude.

Por el momento le sigo escapando al mundo virtual, tuve demasiadas malas experiencias por ese medio; sigo evitando boliches y continúo quejandome del nulo levante gay en espacios públicos a plena luz del día. Por eso me veo casi obligado a recurrir a las viejas y ¿queridas? citas a ciegas, pero me falta un pequeño detalle... los candidatos. Así que, como guiadas por un gps inconsciente todas mis charlas terminan en la clásica "¿Y no tenés algún amigo para presentarme?". No espero ninguna belleza, tampoco me considero ser una, pero si el chico en cuestión está en la misma situación que yo, seguramente tiene varios problemas, como yo que los tengo por montones. Así que no hay que esperanzarse demasiado ni apresuradamente.

¿La moraleja de hoy? Bueno, en realidad sólo hice catársis, no llegué a ninguna parte, sigue todo igual. Está difícil el mercado amoroso y supongo que si elijo no conformarme me la tengo que bancar...

luz, Drama, acción!

Uno de los problemitas de las “lágrimas frustradas” es la sensibilidad inestable. Emocionarse fácilmente con un simple recuerdo propio, ajeno, una historia, una canción… Y continuar acumulando lágrimas hasta que por cualquier tontería se desborda el container y no hay pañuelo que resista.

Entre la medicación por mi estómago, las charlas con diferentes profesionales sobre lo de canalizar todo en la comida y luego de empezar a modificar los pensamientos y la manera de enfrentar las complicaciones, parece que algunas cosas empezaron a acomodarse.

Además de comer sin preocuparme por las repercusiones que pueda provocar en mi cuerpo, sin ir más lejos la semana pasada viendo “El Hijo de la Novia”(una de mis películas favoritas) lloré en todas y cada una de las escenas en las que aparece Norma Aleandro. Pero era algo instantáneo, las lágrimas caían una detrás de la otra sin fin, increíble. Aunque no es el único caso, con el final de “Six Feet Under” que vi hace unas semanas fue la misma situación, con llanto y angustia incluso.

Para dramas está la vida. No entiendo, tal vez no nos alcanza y por eso nos empecinamos en mirar novelas y series plagadas de muertes, rupturas y otras pérdidas para llorar por lo que no podemos(o no nos permitimos) llorar en la realidad.

Supongo que después de todo no está tan mal, creo que es mucho más sano buscar drama ficticio que en la propia vida y es mejor poder llorar por un personaje de la tele a no canalizar y terminar con una úlcera…

Estadísticas y Prejuicios

De a poco me voy animando a salir nuevamente, cada vez más lejos, por más tiempo y a otros lugares. Hoy salí a cenar con los chicos de teatro y llegué a casa a las 5AM, después de mucho tiempo sin volver tan tarde. La velada se prolongó más de lo habitual, fue una de esas noches en las que cada tema que se toca deriva en otra charla más divertida y profunda que la anterior, conoces muchas cosas nuevas de personas que conoces (hace)poco y te encontrás contando secretos que pensabas que nunca dirías en voz alta.

No pude evitar darme cuenta que reiteradamente aparecía un mismo motivo como excusa que condicionaba algunos de nuestros comportamientos: el ojo crítico de la sociedad. Cómo lo que para la sociedad es algo común se convierte en normal y por ende está bien o al menos no es mal visto y pasa a ser lo más frecuente. Esto hace que las probabilidades de que suceda algo que no es común para la sociedad en público, sean prácticamente nulas. Uno de mis ejemplos fue cómo un chico que le da su número de teléfono a una chica o le pide el suyo en el subte es un escenario normal(sobre todo en películas y series yankis) y lo rarísimo que fuera que un hombre haga lo mismo pero con otro tipo que le gustó. Y que, hasta yo que me considero bastante open mind probablemente no lo haría.

Acto seguido a este planteo me encuentro esperando el 105 con un chico con chupines pintados con acrílico(por él mismo, seguramente) delante mío. Cruce de miradas, comentarios con risas de por medio cuando suben primero las parejas que estaban últimas en la fila "porque son más importantes que nosotros que somos solteros", seguido por un viaje con más miradas entre mi lectura del suplemento Soy y sus intermitentes siestas. Yo estaba decidido a dar el gran paso para la diversidad, decidí buscar más tarde un papel para escribir mis 10 dígitos mientras me quejaba por no tener una tarjeta hecha previamente. Se bajó del colectivo mucho antes de lo que esperaba. Una lástima, no me dio tiempo a nada y me parecía demasiado bajarme atrás de él.

Aún me sigo arrepintiendo, no sólo porque tal vez había alguna oportunidad, sino por no enfrentarme al supuesto prejuicio social. No me parece ético quejarse de algo sin hacer nada para cambiarlo. Ojalá pronto me anime, aunque sea de a poquito como mi regreso a la vida nocturna, y así las estadísticas de lo que es poco común en la sociedad también suban, al menos de a poco...

Aprendiendo del Karma

Yo creo que la vida, el universo, el destino, karma o lo que creamos nos pone a prueba constantemente. Cuando se repite una y otra vez una situación, seguramente sea porque aún no aprendimos la lección y hasta que no lo hagamos, probablemente se nos presentará el mismo problema en nuestro camino hasta que logremos resolverlo. Es que, después de todo la vida es eso: tropezar, caer, levantarse, aprender, tropezar nuevamente...

Estar bien estando solo es uno de mis aprendizajes más recientes, aprender a no conformarme, a no mendigar amor ni estar con alguien por no enfrentar el miedo a la soledad. Y lo vengo llevando... bastante bien digamos. Hace un tiempo entendí que hay cosas que no me interesan, que no puedo traicionar a mis propios sentimientos y que en algunos ámbitos es todo o nada. Eso me pasa eso con el amor. Para mí, mi estado normal es estar solo, no tengo problema de estar meses, estaciones, temporadas completas solo, estoy acostumbrado. Uno pensaría que en momentos como este estaría desesperado y agarraría lo que fuera pero no, es hora de cortar el círculo vicioso y aprender. En este caso es todo lo contrario, es verdad que te volvés un poquiiiiiito paranoico, pero también más exquisito. Es una manera de hacer valer el tiempo de cicatrización y no tirar tantos meses a la basura por otros 15 minutos de felicidad. Estoy preparado par empezar algo nuevo, sano, desde cero y necesito alguien que este listo de la misma manera, sin quilombos ni ex que olvidar.

Espero que las ganas de comenzar algo real no me hagan idealizar a cualquiera, otra vez. No quiero forzar nada, la idea es no tratar de conseguir lo que quiero como sea, el fin no justifica los medios y está bueno darle un poco de intriga a la historia...