sábado, 26 de diciembre de 2009

Navidades eran las de Antes

Después de fumarnos con más de un mes de anticipación la invación de lucecitas, adornos y la insoportable música navideña por doquier, pasó la navidad. Pero aún nos quedan unos días más de esta época en la que andamos de brindis en brindis y de final en final (tanto de la facultad como de las novelas/series que vemos), comida pesada, ver familiares que no recordamos los nombres y pares de medias de regalo. Todos los llamados y visitas comienzan y terminan con un "Felicidades", la casilla de mail se llena de cadenas y deseos trillados(aunque debo admitir que esta vez recibí al menos 3 mails muy originales y divertidos) que hay que responder aunque nos gane la vagancia, el 95% de los negocios permanecen cerrados, el transporte público funciona aún con menos frecuencia que lo normal. Y como plus este año el clima no acompañó mucho.
Es una visión muy pesimista/negativa de esta festividad, lo sé, pero es una mirada de pre-adulto en la etapa en la que la familia no es tan importante. En mi caso me reuní a comer con las mismas personas como cada semana y en el mismo lugar(mi casa), sin nada nuevo que contar. Lo único que varió es el momento de brindar(que ya ni siquiera se preocupan por controlar cuánta sidra tomás... nunca pensé que iba a extrañar eso!) y disfruté previamente los auto-regalos (que son los únicos que recibí en principio).
La ilusión y el espíritu navideño los perdí hace rato, y el mayor sentido que le encuentro a estas fechas es que no se trabaje por tantos días seguidos.
Pero se podría estar peor, hay que pensar que hace un año estaba yendo en taxi hasta Palermo con un disco de ABBA remasterizado para regalar. Y de pronto el festejo de este año no parece tan malo...

martes, 8 de diciembre de 2009

Volver a Creer... Aunque sea por un Ratito nomás

Como se darán cuenta a mí no me cuesta mucho colgarme, está en el ADN de mi familia o al menos es algo que heredé de mi mamá, definitivamente. La verdad es que, en general, estas últimas semanas fueron muy movidas, la rutina quedó afuera de la agenda entre tantos eventos, finales y sucesos. Y no es que no haya pasado nada importante, pero simplemente algunas cosas pierden sentido de ser contadas una vez que pasó la urgencia. Y seguramente tampoco tuve la necesidad de descargarme, lo cual es una buena señal.
En fin, luego del preámbulo/excusa por mi ausencia de casi un mes, vamos a lo que realmente nos compete. Un hecho actual que tuvo una trascendencia intensa en mí y me provocó una reacción inesperada. Un simple beso(ajeno, claro está) casi tan ansiado como lo fue para los protagonistas. Un sentimiento que comenzó y fue creciendo durante tres años hasta consumarse(que, aunque "acabarse" sea sinónimo de esta palabra, probablemente en este caso sea un antónimo, espero) hace unos días. Un momento en el que dos personas dejaron los pensamientos y miedos de lado e hicieron lo que sentían, cediéndole el control al corazón después de recorrer tantos kilómetros con el cerebro al mando. Son situaciones que parecen imposibles pero que, cuando se desean tanto, finalmente suceden y hasta logran que(por más cursi que suene) más de una pobre alma vuelva a creer en el amor, al menos hasta volver a la realidad...