miércoles, 31 de marzo de 2010

sentimientos Reciclados

Muchas veces hablando con gente que sabe, me doy cuenta que mis teorías no son propias, sino que tienen explicaciones científicas y/o psicológicas conocidas. Entonces por un lado me siento un tarado, pero por el otro, sin haber estudiado ninguna de esas ramas académicas lo razoné yo solito con el aprendisaje de la vida, cosa que no es poco... y supongo que los años de terapia también tienen mucho que ver.
En fin, tal vez o probablemente Freud le haya dedicado varios capítulos a lo que comentaré a continuación, pero bueno, yo lo cuento en primera persona, son experiencias propias y después de todo, la intención es lo que cuenta.
¿Nunca les pasó que una persona que recién conocen les provoca sentimientos intensos? Alguien que te acaban de presentar y vos ya tenés ganas de abrazarlo o de ser su amigo por ejemplo. Dejo de lado las sensaciones intensas físicas porque es algo más matemático(?), si te gusta y atrae físicamente un individuo es normal que despierte ciertos deseos y que quieras expresarlos.
Yo me refiero a la ternura que te puede transmitir una señora mayor en el colectivo o el odio inmediato por otro ser. Sólo es cuestión de ser un poco más observadores y ver lo que no se ve tan fácilmente. Dicen que "lo escencial es invisible a los ojos", definitivamente, hablo de nuestra memoria emotiva. Es probable que aquella viejita nos haga acordar a nuestra abuela y por eso nos surja la necesidad de ser extremadamente amables con aquella desconocida. Después de terminar una relación con alguien que tiene muchos piercings(por nombrar alguna característica específica), lo más probable es que cuando veamos a una persona con varios aritos nos genere un gran rechazo. Así como en los famosos enamoramientos repentinos también hay algo más, seguramente haya algún gesto o cualidad física que nos recuerde a un amor no correspondido o a una antigua y linda historia amorosa.
La persona que nunca besó a alguien que te atraía porque en realidad te hacía acordar a otra persona, que tire la primera piedra. A veces es difícil generar sentimientos nuevos y únicos. Quizás parece el camino más fácil, pero ¿es el más sano? Piensenlo la próxima vez que les pase...

viernes, 26 de marzo de 2010

No soy Bipolar!

Creanme que esta afirmación nunca está demás y lo digo por experiencia propia. Ya saben que soy un colgado, en todos los aspectos de mi vida y por supuesto este blog no es la excepción(¿esto es un deja vú o ya escribí anteriormente las mismas líneas?). Por eso cuando me hago un tiempo me siento a escribir lo que me pasa en ese momento exacto. Muchas entradas quedan por la mitad y a medida que pasan los días, muchas dejan de tener sentido porque eran sólo sentimientos pasajeros, palabras que tenían valor ese día únicamente, pensamientos momentáneos.
El problema es cuando leo lo que llegué a publicar y noto que después de un texto muy triste viene otro muy gracioso sobre un tema completamente diferente, hasta contradictorio tal vez. No es todo tan así, entre el blanco y el negro hubo muchas escalas de grises pero el tema es que no todos esos grises vieron la luz.
En todo el proceso de terapia en estos últimos meses me di cuenta que es bueno pensar las cosas dos o tres veces antes de preocuparse por lo que no es importante. Y que hay días en los que, en mi caso, tengo comportamiento y pensamiento de pendejo y no se puede razonar conmigo, por eso tanto cambio de ideas.
Con esto aclarado me quedo más tranquilo... ¿Aclaré algo?

miércoles, 24 de marzo de 2010

Chau verano, Hola Panza!

Siempre fui flaco. Siempre me envidiaron la capacidad de poder comer lo que quisiera y no engordar(señor/a lector/a, si está a punto de irse indignado/a a comer un sanguche de milanesa, le sugiero que siga leyendo atentamente porque la historia cambia). Con los años llegaron los inconveninetes con el estómago(y también tanta chatarra alguna repercusión tenía que tener), lo que derivó en períodos de dietas sanas, por lo cual continuaba adelgazando(lo digo en serio, sigan leyendo que ya me van a dejar de odiar). De a poco la gula me empezó a ganar, reemplazé las lágrimas por comida para descargarme frente a cada problema, y los malditos genes de mis padres se apoderaron de mi bendito metabolismo.
Finalmente ayer me crucé con una balanza y decidí enfretarla. Aumenté 15kg en los últimos 15 meses, y no me vengan con eso de que un kilo por mes no está mal, porque ya es un exceso de angustia oral.
En estos momentos es cuando me doy cuenta lo importante que es practicar algún deporte(cosa que nunca hice) y mis desperdiciados 1.90m sin jugar al volley o al basquet, como me recuerdan cada vez después de preguntarme la altura...
La cuestión es que llegó el otoño otra vez. Vuelven el frío, las bufandas, los buzos, y también se vuelve a usar la panza, así que mucho no me preocupa. Hay que ajustarse a la moda, dejar la tablita y agarrar el chocolate.
Puede sonar como una oda al corazón de gordo, pero estoy seguro que no soy el único que está de acuerdo con todo esto y eso ya es suficiente para mí...