Panza llena... Corazón distraído... Estómago castigado.

Y si, me tengo que hacer cargo... Mi pecado capital más grave es la gula. Como no lloro ni hago deporte, necesito canalizar mis problemas por algún lado, decargarme de alguna manera, ¿y que hago? Como. Ojo, escribir también me ayuda, pero sobre todo como, ahogo mis penas y carencias en la comida chatarra. Como hay cosas de las que uno solo no se puede encargar(o sí, pero llega un momento en el que no alcanza) y requiere del concentimiento de otro ser, solamente queda complacernos los caprichos y antojos que sí podemos calmar solos.
Mi panza está llena y entretenida pero adolorida por tanta porquería. ¿Mi corazón? También cansado de tanta porquería, distraído por el placer estomacal pero definitivamente para nada conforme. Citando un poco a Nazarena Vélez(que bajo he caído) y jugando un poco con la frase de una publicidad, todavía no conocí a nadie que se igualara a un tubo completo de papas fritas o a una tableta entera de chocolate, y en este momento prefiero as papas y el chocolate. He pasado varios sábados a la noche encerrado en casa con como único plan comer $20 en golosinas... A veces pienso en esto y creo que me estoy perdiendo de vivir a pleno mi juventú(sáquese el acento y agréguese una "d" o "s" final, la que más os guste). Puede ser, pero mientras tanto de alguna forma tengo que tratar de disfrutar y equiparar la soledad adquiriendo un poco de goce propio y dándome algo de lo que doy y no recibo. Nada reemplaza a nada en esta vida, lo sé, pero mientras tanto darse un gustito no está para nada mal...