El problema con colgarse en escribir es que uno quiere hablar sobre ciertos temas que únicamente tienen sentido en una época del año, y si se atrasa demasiado pierde la gracia.
En este caso ya pasó navidad, me disfracé de Papa Nuel(uno muy bizarro e igualitario en el año del Bicentenario) pese a los miedos que me crearon varias personas al hacerme responsable de la continuidad de la ilusión de mi ahijada. Porque el destino lo quiso así, el 23 de diciembre Zoe me dijo que Papá Noel no existía, así que me relajé y gocé el momento. Llegué tarde para cumplirle el sueño de poder ver a la versión criolla de Santa Claus... o no. Después de sacarme el disfraz y volver a la normalidad, entre los papeles de regalo y los juguetes nuevos, la pequeña(ya no tan chica) me dijo que había estado el simpático gordo navideño. Ella sabía la verdad, se lo había dicho una amiga mayor unos días antes, pero tal vez sus ganas de creer y de mantener la mágica fantasía del ritual eran más fuertes que su postura racional. Después de todo, ¿los adultos no hacemos eso constantemente en la vida? ¿Cuántas veces creemos hasta lo imposible por el simple hecho de querer que esta vez sea diferente?
Que no decaiga! Veo mucha mala onda en facebook(que se convirtió en el diario íntimo colectivo de esta nueva era), muchos mensajes despidiendo "este año de mierda". Noté que en el balance de fin de año uno mira el vaso medio lleno o medio vacío depende de su humor y, como generalmente la mayoría llegamos muy cansados y hartos de todo, los balances son igual de pesimistas. Por otro lado también leí taaaaaantas veces esos buenos deseos idénticos para el 2011 que ya me cansé; me molesta cuando todo el mundo hace/dice lo mismo, la masividad hace perder lo especial.
Así que yo me limito a decir que disfruté mucho este año, que aprendí muchas cosas importantes y le hago frente a lo que vendrá en 2011. Trataré de verle el lado positivo y ser feliz, y ante lo malo recordaré que si llegué hasta acá es porque sobreviví a todo y lo que no nos mata nos fortalece aún cada día más...
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