domingo, 17 de abril de 2011

Ch-ch-ch-ch-Changes

Dicen que la vida puede cambiar en un instante... Y en casi dos meses ni te cuento! La monotonía generalmente aburre, pero a veces es mejor no tener nada para contar a vivir constantemente en una novela. Hablo de cuando la vida cotidiana tiene tanto drama como una ficción, eso no está tan bueno y la risa no siempre nos ayuda, a veces sólo atrasa el hacerse cargo de las cosas o nos da más tiempo para procesarlas. Una experiencia cercana a la muerte que derivó en una nueva cicatriz permanente; un cambio de estado civil que llegó hasta facebook y a una presentación improvisada de parte de la familia; ultimatum e inestabilidad laboral; algunos kilitos de más; amistades que volvieron más fuertes que nunca; planes de independencia; nuevos integrantes familiares... Reciente actividad agitada en mi vida, demasiados sucesos para tan poco tiempo. Igual a mí me encantan los cambios, creo que incluso cada tanto son hasta necesarios y cuanto más profundos mejor. Pero cuando estos implican empezar de cero, generalmente me escapo. No quiero ver las señales hasta que no me queda otra opción y aprovecho esto como un empujoncito para animarme, como una nueva oportunidad para que llegue algo mejor. El problema es la incertidumbre de la espera, ese tiempo de transición en el que aún no sabés que te deparará el destino o por qué sucede lo que está ocurriendo. De todas formas hay cosas que nunca cambian, por suerte! Todo lo que pasa son etapas que cumplieron su ciclo y siempre nos queda algo como aprendisaje. ¿Qué importa si a veces la vida parece una sitcom? Con el tiempo agudizamos la capacidad para quedarnos sólo con lo que nos sirve. Y cuando leo la primera entrada de este blog, publicada hace ya más de 2 años, me doy cuenta que aprendí y avancé mucho, y eso es lo que realmente importa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario